Un artesano en Baracoa
Fue una tarde cuando conocí a Richard. Él estaba mirando el horizonte sentado en el Malecón de Baracoa acompañado de su perro dálmata. Me acerqué lo suficiente como para tomarle una foto sin molestarle. Parecía ensimismado en sus cosas. Poco a poco me fui acercando hasta que entablamos una bonita conversación.
Richard es artesano. Trabaja la madera haciendo esas pequeñas cajitas, vasos y cucharas que nos venden en las tiendas de souvenirs de La Habana. Somos amigos así que, en uno de mis viajes, le llevé la primera foto que le hice en el Malecón aquella tarde. Su perrito ya había fallecido y los ojos se le llenaron de lágrimas con su recuerdo.
Baracoa es un lugar encantador que, sin duda, no debes perderte si viajas hasta Oriente. Está alejado de todo y por ese motivo es un enclave tan interesante. En otro post te cuento sobre Baracoa y su privilegiada ubicación.
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